viernes, 22 de octubre de 2010

Meditando su doble condición

"Hija de un minero de carbón viviendo en un campo de refugiados en Sacramento";

En la foto, en blanco y negro, aparece una mujer sentada sobre una cama. Es joven y delgada. Lleva el pelo corto y viste un abrigo negro. A juzgar por el estilo de la ropa y por el lugar, podríamos datar esta foto en los años 40. Tiene un gesto de preocupación y la mirada perdida. El lugar en el que está está desordenado y sucio: la pintura de la cama está descascarillada, y a su lado, sobre una mesita, hay un cubo.

Si analizamos la imagen subjetivamente, podemos suponer que la joven esta distante, pensativa, en un lugar de paso hacia un destino mejor o unas condiciones mejores, no tan precarias. Podemos suponer que está migrando. Quizá se esté planteando su pasado, todo lo que ha dejado atrás y cree que no va a volver a recuperar, y sobre todo su futuro. Su rostro refleja incertidumbre: no sabe que es lo que la depara el destino, si tomó la decisión adecuada al abandonar su lugar, si todo irá bien y conseguirá ese futuro que tanto anhela y espera, si sus esperanzas se harán realidad.

Además, ella es una mujer. Posiblemente también se esté planteando las posibles trabas que se le pueden presentar debido a esta condición. Inmigrante y mujer: ¿Qué trabajo podrá encontrar? ¿La discriminarán doblemente? ¿Se aprovecharán de ella? ¿Encontrará un futuro mejor? ¿Tendrá que luchar el doble?

Hombres cargados de esperanzas

"Emigrantes en Nueva York" Fuente: http://4.bp.blogspot.com/

En la imagen aparece una fila de hombres que más o menos presentan la misma apariencia: trajeados y con sombrero, pero a la vez desaliñados; algunos portan baúles u otros bultos; son jóvenes o en edad de trabajar, etc. Destaca un hombre que no está en la fila ya que no presenta este aspecto. Él, en contraste, parece más viejo, y va bien vestido, sin esa apariencia desaliñada. Al fondo aparece el casco de un barco, del que salen los hombres.

Si analizáramos la foto subjetivamente, haciendo nuestras propias suposiciones, podríamos imaginar que la fila de hombres desaliñados son inmigrantes que acaban de llegar a su destino después de un incómodo viaje en barco, esperando encontrar nuevas oportunidades, probar mejor suerte en esa nueva tierra. Quizá dejen detrás familias, con la esperanza de traerles en cuanto hayan encontrado un hueco en esa nueva sociedad. Padres de familia que buscan un futuro mejor para ella.
 A juzgar por el contraste con el hombre de la izquierda, parece que cuentan con menos recursos, pero buscan con esa llegada a un nuevo lugar comenzar una nueva vida, distinta a la que dejaron atrás- pobreza, falta de trabajo, quizás guerras- para retornar a sus casas algún día o a lo mejor para no volve jamás.

 La foto nos evoca también desconfianza por parte del caballero de la izquierda, que parece vigilar la fila por temor a lo que los recién llegados pudieran hacer.

¿Podrá esta gente comenzar una nueva vida, desde cero, o traerán también en sus maletas un pasado que la gente, al mirarles, no olvidarán y por ello les discriminaran, al ser INmigrantes (no propios de este país)? Quizá la gente interprete su llegada en búsqueda de nuevas oportunidades que no pudieron encontrar en su país, pero que los lugareños ya disfrutan por el hecho de haber nacido allí, con cierta superioridad, que de lugar a racismo y discriminación.

En un lugar extraño

 
 

 En la foto aparecen unos niños haciendo una fila, de distintas razas, con la mano en el pecho. Todos aparentan la misma edad: alrededor de los cinco años. La segunda niña parece de raza europea; la última, afroamericana, y los tres restantes son de raza china. Del mismo modo, el gesto de sus caras también es distinto; los niños chinos muestran caras de preocupación, mientras que la niña europea presenta inocencia en su rostro.

Si observamos la imagen subjetivamente, podríamos suponer que los niños chinos, así como la afroamericana, son inmigrantes; acaban de llegar a una nueva tierra, extraña todavía para ellos. Su rostro (sobre todo el del niño y el de la niña de blanco) muestran preocupación, extrañeza. Se sienten perdidos en ese nuevo destino, sin sus padres, sin sus referencias, sin todo lo que han dejado atrás, una corta vida que para ellos ya supone su mundo. Se sienten raros al cantar el himno de su nueva patria, con sus costumbres, con su gente,etc.
 No obstante son niños. Pronto esa corta vida que hoy dejan atrás y que supone su mundo pasará al olvido y al recuerdo y crecerán entre multiculturalidad, en un mundo que también es el suyo. Y posiblemente encontraran menos trabas que sus padres a la hora de integrarse, pues los niños no juzgan a sus amigos por su procedencia. Pero, ¿será así siempre? ¿O a medida que pasen los años y vayan creciendo irán apareciendo las fronteras que dejaron atrás?

jueves, 14 de octubre de 2010

Día de la Hispanidad

El martes fue festivo, pues se celebraba el día de la Hispanidad: que el 12 de octubre de 1492 se conquistó América. En mi tierra a este día lo llamamos el "Dïa de las Razas". Es muy bonito. Salen bandas de todos los paises a bailar los bailes típicos de sus orígenes con los trajes regionales, y todo se llena de colorido y multiculturalidad. Algo parecido a lo que ví acá...


Sin embargo, hay algo que me apena de la "conquista" de´América...  Ustedes lo llaman conquista, ¿lo podríamos llamar nosotros "invasión"? Me apena la intolerancia de los conquistadores, la falta de respeto por aquellas culuras tan milenarias como la azteca y la inca, a sus religiones, a sus costumbres...

Del mar los vieron llegar mis hermanos
emplumados eran los hombres
barbados de la profecía esperada.
 
Se oyó la voz del monarca de que el dios habla llegado y les abrimos la puerta por temor a lo ignorado. 
Iban montados en bestias como demonios del mal, iban con fuego en las manos y cubiertos de metal 
Sólo el valor de unos cuantos les opuso resistencia y mirar correr la sangre se llenaron de vergüenza. 
Porque los dioses ni comen ni gozan con lo robado y cuando nos dimos cuenta ya todo estaba acabado. 
En ese error entregamos la grandeza del pasado y en ese error nos quedamos 300 años esclavos. 
Se nos quedó el maleficio de brindar  al extranjero nuestra fe, nuestra cultura, nuestro pan, y nuestro dinero.

Estas culturas estaban ya muy avanzadas en atronomía y otras ciencias, ¿saben ustedes lo que podríamos haber avanzado si no las hubieran extinguido? En fin, ya no se puede cambiar. Espero que la humanidad no vuelva a cometer errores como aquel.

Pero, lejos de lo que fueron aquellos conquistadores como Hernán Cortés, tan inhumanos e interesados, me encuentro con un pueblo español ameno y  acojedor, tolerante, que busca enriquecerse con las nuevas culturas que van llegando. Y eso me llena de alegría. Veo que hay muchas asociaciones de chilenos, peruanos, ecuatorianos, colombianos... donde uno se puede sentir como en casa (o incluso mejor) y soñar con ese futuro (que llegará) en el que volveremos a nuestras tierras para mejorarlas. Esto me alegra.

Fuentes (poema e imagen): http://www.elhistoriador.com.ar/

miércoles, 13 de octubre de 2010

Instalándome en los madriles


Ya estoy aquí, en este nuevo país. La verdad es que no me esperaba una instalación tan cómoda y aména como la que estoy teniendo, aunque sí que es verdad que hay algunas excepciones.

En todas partes me encuentro compadres y gente amable. Comparto piso con una cubana, Sharona; dos chiquitas peruanas, Eliana y Lissete, (en la foto salen las tres), y una ecuatoriana, Flor, y su bebito, Panchito. Son remajas todas. Nos ayudamos en todo. Todas estudian, excepto Flor, y a la vez trabajan. Flor tiene una pequeña frutería.
El pisito no me sale caro, la verdad. Son 150 euros la habitación al mes, con luz y gas, y esta cerquita del centro, en Lavapiés, que está bien comunicado con la universidad, en la misma línea de metro. Pero entre el abono, la comida, las llamadas a mis padres (cuánto les añoro) y los demás gastos de la universidad me he tenido que buscar un empleo, compaginable además con la universidad, que me ocupa todas las tardes y algunas mañanas, y es por eso que llevo todas las mañanas a una niña a la escuela. Me pagan 400 al mes, y atiendo bien a la niña. Me gustaría poder enviar algo a mi familia...

De momento no me he sentido despreciada por venir de allá... en clase soy una más, aunque bien es verdad que soy la única de fuera, y el nivel se me queda un poco alto pero poco me pondré al día.

Me encuentro muy feliz... ¡Os mantendré al tanto amigos!

(Foto sacada de http://www.cinealaintemperie.com.ar)

martes, 12 de octubre de 2010

Despidiéndome de la Pachamama...


Buenas a todos.

En primer lugar, presentarme. Me llamo Reina Rosalinda Flores Gómez, tengo 18 años y soy de Colombia. Desde chiquita siempre quise ser enfermera, para ayudar a los más desvalidos y cuidar a los enfermos. Y el año pasado me enteré de una beca que me permitía estudiar mi deseada carrera en una de las mejores universidades del mundo, la Universidad Complutense de Madrid. Peleando, y gracias a mi expediente la conseguí. Y ahora llega el momento de despedirme de mi tierra, la Pachamama...


Siento tristeza e ilusión en estos días al dejar mi tierra, Palmira, en mi Colombia para marcharme a nuevas tierras, a Madrid.
Siento tristeza al dejar a mi mamita, que tanto rezó para que me dieran esa beca; a mi papito, que tanto a trabajado y peleado por conseguir la plata necesaria para que pueda marcharme; por mis hermanitos; por mi abuelita; por la vida que dejo atrás.

Pero mi tristeza se torna en ilusión, optimismo y alegría con todas las esperanzas que mi familia a puesto en mi. Éstas se convierten en ganas de autosuperarme. Debo pagarles su confianza con frutos. Espero llegar dentro de cinco años como una graduada en enfermería, capaz de atender las necesidades sanitarias que tanto demanda este pueblo mío. Y , no sólo devolverles los costes de mis estudios a mis padres, sino también mejorarles su calidad de vida, cambiar nuestra chabolita por un pisito, atenderles a medida que se me vayan haciendo mayores... ellos, que tanto han luchado por mí.

 Me voy fuera para prepararme, para estar lo suficientemente cualificada para mejorar las condiciones de acá. Por ello mi "adiós" es un "hasta luego" lleno de ganas de vivir nuevas experiencias.

Fuentes (imagen): http://www.ojodigital.com/foro/sociales/152978-la-despedida.html